Se dice que los peces sólo pueden recordar lo sucedido apenas unos segundos antes. Lo curioso es que ocurre lo mismo para los seres humanos muchas veces.
Como cada
20 de noviembre, y como siempre sin tarjeta, reivindicamos
la memoria de personas trans asesinadas y la violencia de personas transgénero. Es un día en que sale muchos números de muertos, de palizas y vejaciones, pero que detrás de ellas hay personas, luchas, derrotas, pérdidas y sentimientos de las que no conocemos sus nombres.
¿Qué tan importante es el nombre, el ser llamado? Pues para la identidad y para saber cómo interactuar con el mundo lo es, solo hay que recordar que lo primero que se hacía en los campos de concentración era despojarlos de su nombre y ponerles un número. Por eso quería reflexionar en este artículo que al llegar a ciertos días de reivindicación y repasar los números se nos olvida cual peces que esas son cifras conocidas. Traduzco, cifra que hace recuento de las personas que están entre el anonimato y la estadística pero que hay muchas más que ni siquiera llegarán a ser una estadística porque nadie sabrá de su historia.
Algunos nombres se quedan en la historia como la de
Sonia Rescalvo Zafra en Barcelona por la placa conmemorativa de por la
Glorieta de Sonia, del parque de la Ciutadella, recordando como fue asesinada por un grupo de neonazis en 1991. Puede ser también que recuerdes la noticia de
Roberto Gonzalez Onrubia en 2007 por la brutalidad y tortura sufrida en su propia casa.
Pero tenemos memoria de pez y se nos olvida, no solo esa masa de personas anónimas, se nos olvida nuestra Historia, con mayúsculas porque muchas veces no se escriben, no tenemos acceso a ellas o están manipuladas.
El escritor Robert Brasillach decía que
la historia está escrita por los vencedores. Cuando era joven, no tuve ni una referencia histórica de mujeres influyentes, salvo que fueran las mujeres de un hombre, o de
Emilia Pardón Bazán o
Marie Curie,que se escapaba de los cánones y se las consideraba como excepciones .Pero alguna había, pero
¿qué pasaba con la historia de hombres y mujeres trans? Pues se vuelve una interrogante: ¿quizás Juana de Arco fuera un chico trans? ¿Quién recuerda la obra artística de
Lili Elbe, ahora conocida por la chica Danesa? Se borran las obras de los hombres y de las mujeres trans de la misma manera que películas como
Stonewall desdibuja el papel de
Sylvia Rivera y las mujeres trans afroamericanas al tratar ese momento tan histórico para la comunidad LGTBI+.
Cada cual crece con distintos referentes, nos ayuda a saber quienes somos. Personalmente tengo claro que nuestras chicas son guerreras, y la gente de mi edad teníamos a
Bibiana Fernández y
Carla Antonelli ¿pero hombres trans? Pues no había nadie así que me emocionaba con personajes travestidos como el Barbra Streisand en
Yentl o Julia Andrews en
Victor o victoria. Hasta que en 1999 conozco la historia de
Brandon Teena, gracias a la película
Boys don"t cry, violado y asesinado salvajemente por ser él mismo.
Ya, es duro,
pertenezco a una comunidad de supervivientes, de valientes, con un legado lleno de sufrimiento pero también de esperanza, Por eso creo de que poco a poco l
a historia reflejará la diversidad que siempre ha existido, donde la posición sea ecuánime para hombres y mujeres ya sean cisgéneros o transexuales,donde su identidad sea una anécdota y se hable de su contribución al mundo.
Patt Picón Ceñera
Voluntario de XEGA